Todos los años, durante el verano, entra en juego una LOTERIA muy especial; la de los accidentes graves por zambullidas y ahogados.

Lo especialmente singular de este juego es que podemos evitar salir "premiados". Porque el bombo, en cuyo interior está nuestro número, comienza a girar y puede que por un descuido nos toque.

Ser titular o no de una trágica noticia como ésta dependerá de lo centrados que estemos en cuidarnos y de lo exquisitos que seamos con la seguridad de los más pequeños.

Lo normal es que un ahogado o un lesionado medular por zambullida no sea un casual. Detrás de practicamente todos estos accidentes con desenlace fatal hay una imprudencia.

Hemos querido transcribir textualmente el artículo que el diario digital www.periódico.com, publicaba hace justo ahora un año.

ÀNGELS GALLARDO
BARCELONA

Cada verano quedan tetrapléjicos en Catalunya entre 8 y 10 jóvenes de 15 a 20 años tras sufrir una lesión medular irreversible al lanzarse de cabeza a una piscina poco profunda o en un mar rocoso.

Los médicos los describen como chicos atrevidos (casi siempre son hombres), fuertes y valientes. "Personas poco dadas a tomar la precaución de medir la profundidad del lugar donde se zambullen".

Esta nota se puede aplicar en todas las comunidades, durante la época estival. Pues en lo que llevamos de verano la prensa no deja de informarnos casi a diario de desaparecidos en el mar, niños y adultos ahogados, etc.

También el peligro puede estar en casa

la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes DIA estima que cada año mueren en España entre 70 y 150 niños por ahogamiento en playas, piscinas, ríos y embalses y el 86% de estos fallecimientos se produce en instalaciones privadas.

Por lo que si realmente se quiere evitar que "nos toque" una desgracia como esta hay que tomar la iniciativa, organizarse y:

1. Poner los medios necesarios en cuanto a seguridad, por ejemplo una valla en la piscina.
2. Organizar la vigilancia mientras estemos en una piscina, playa, etc. con niños.
3. Ser prudentes y reconocer bien la zona desde donde nos vamos a tirar de cabeza. Es una buena idea que la primera vez que te lances al mar, desde un lugar nuevo, lo hagas de pie.